Descubriendo a Gillian: La Danza de la Diferencia
Introducción: En un mundo que a menudo busca encasillar a las personas en categorías predefinidas, la historia de Gillian, una niña de siete años aparentemente inquieta e incapaz de concentrarse en la escuela, nos recuerda la importancia de mirar más allá de las apariencias. En medio de la preocupación de sus profesores y la desaprobación de su propia madre, Gillian se enfrenta a la incomprensión y al castigo tanto en la escuela como en casa. Sin embargo, un encuentro fortuito con un viejo profesor cambia su vida para siempre. A través del lente de la música y el movimiento, este maestro reconoce en Gillian no una enfermedad o trastorno, sino un talento natural: ¡la pasión por la danza! La historia de Gillian nos enseña que cada niño “diferente” merece ser acogido y comprendido por lo que es, y no por lo que se espera que sea. En este relato inspirador, exploramos cómo el reconocimiento y la celebración de nuestras diferencias pueden conducir a la creación de belleza y éxito, como lo hizo Gillian Lynne, la renombrada coreógrafa detrás del icónico musical “Cats”.
Gillian: es una niña de siete años que no puede sentarse en la escuela. Se levanta continuamente, se distrae, vuela con los pensamientos y no sigue las lecciones.
Sus profesores se preocupan, la castigan, la regañan, premian las pocas veces que está atenta, pero nada, Gillian no sabe sentarse y no puede estar atenta. Cuando llega a casa, mamá también la castiga.
Así que Gillian no sólo tiene malas notas y castigo en la escuela, sino que también los sufre en casa.
Un día, la madre de Gillian es llamada a la escuela. La señora, triste como quien espera malas noticias, la toma de la mano y va a la sala de entrevistas. Los profesores hablan de enfermedad, de un trastorno evidente. Quizás es hiperactiva o tal vez necesite un medicamento.
Durante la entrevista llega un viejo profesor que conoce a la pequeña. Pide a todos los adultos, madre y colegas, que lo sigan a una habitación contigua desde donde todavía se la puede ver. Al irse, le dice a Gillian que volverán enseguida y le enciende una vieja radio con música. Como la niña se encuentra sola en la habitación, inmediatamente se levanta y comienza a moverse hacia arriba y abajo persiguiendo con los pies y el corazón la música en el aire. El profesor sonríe mientras los colegas y la madre lo miran entre confundidos y compasivos, como a menudo se hace con los viejos.
Entonces él dice: “¿Ven? Gillian no está enferma, ¡Gillian es bailarina!”.
Le recomienda a la madre que la lleve a una clase de baile y a sus colegas que la hagan bailar de vez en cuando. Ella asiste a su primera lección y cuando llega a casa le dice a su mamá: “Todos son como yo, ¡allí nadie puede sentarse!”
En 1981, después de una carrera de bailarina, de abrir su propia academia de baile y recibir reconocimientos internacionales por su arte, Gillian lynne se convierte en la coreógrafa del musical “Cats”.
Ojalá todos los niños “diferentes” encuentren adultos capaces de acogerlos por lo que son y no por lo que les falta”.
¡Qué vivan las diferencias, las ovejas negras y los incomprendidos! Son quienes crean belleza en este mundo.
(El Elemento) Ken Robinson Lou Aronica